Respetar a cualquier ser humano
Autor: Jesús Domingo Martínez

 

 

Las actitudes de violencia en el mundo de los creyentes, en muchos casos, son simplemente el resultado de usos ideológicos de la religión para causas ajenas a la misma. En cambio, los esfuerzos humanizadores de las religiones, especialmente entre quienes creemos en Cristo y en su Iglesia, son el resultado coherente de vivir según el amor que Dios tiene a cada ser humano. Desde ese amor, el creyente se siente llamado a respetar a cualquier ser humano (desde su concepción hasta su muerte), no sólo en cuanto persona, sino, sobre todo, en cuanto invitado a ser hijo de Dios y hermano en Cristo.