Razones científicas

Autor: Jesús Domingo Martínez

 

 

La píldora abortiva actúa en la mayoría de los casos por un mecanismo anti-implantatorio y, por tanto, abortivo. Sus efectos adversos más graves se producen ante la insuficiencia hepática, que precisa control médico, y aumenta el riesgo de cáncer de hígado y páncreas. Produce náuseas (42 % de las personas que la toman) y vómitos (16 %). En una evaluación que incluía doce estudios sobre 4.500 mujeres, se detectaron también sangrado vaginal (31 %), vértigos o mareos (20 %), dolor abdominal (15 %), fatiga (13 %), dolor de cabeza (10 %), aumento de la sensibilidad mamaria (8 %), diarreas (3 %) y retraso de la menstruación (5 %). Hay además un 1 % de incremento de embarazo ectópico después de utilizar la PDD. (Obstet Gynecol 76; 552, 1990). ¿No les parecen suficientes razones científicas como para que un farmacéutico haga objeción a dispensarla? ¿No creen que un medicamento de estas características debería retirarse del mercado? Pues no, se dispensa gratuitamente.