¿Por qué son reacios a las células madres adultas?

Autor: Jesús Domingo Martínez

 

 

Acabada de aprobar en el Congreso de los Diputados la ley que permite la investigación con celular embrionarias i la clonación terapéutica me parece conveniente hacer un breve comentario. La investigación en este campo tiene dos áreas diferentes, investigación con células embrionarias e investigación con células madre adultas. Las células madre adultas están presentes en una gran variedad de tejidos del cuerpo humano, con frecuencia en cantidades pequeñas, y su número disminuye con la edad. Sin embargo, en un medio de cultivo adecuado proliferan y se diferencian hasta dar lugar a una variedad de tipos celulares de forma más controlada que las células madre embrionarias y fetales. Es en este sentido, que las células madre de adulto sean más multipotentes que pluripotentes se convierte en una ventaja terapéutica, al mismo tiempo que la ausencia de rechazo inmunológico, al ser propias, aporta una gran ventaja para trasplantes celulares, lográndose ya muchas curaciones y avances, hay registrados más de 700 casos. Además, su utilización no exige la creación de un banco de embriones, son más controlables en su diferenciación y su empleo no crea problemas éticos en ningún sector.

Las embrionarias tienen un mayor potencial tumorigénico y dan problemas de rechazo inmunológico. Hasta ahora, ninguna investigación seria con estas células da esperanzas de conseguir resultados a corto o medio plazo, mientras que, desde el punto de vista ético, su utilización supone dar más valor a la vida de un adulto que a la de un embrión, provocando la muerte de este último en una investigación que, por otra parte, sólo satisface a los investigadores, a los centros de reproducción asistida y a algunas empresas. Así las cosa cabe preguntarse ¿por qué nuestro gobierno se ha mostrado favorable a la investigación con embriones hasta llegar a la clonación y reacio a la utilización de células madres adultas?