Humanismo integral

Autor: Jesús Domingo Martínez

 

 

A lo largo de la historia han sido muchos los intentos de definir qué es lo que caracteriza al hombre; en dónde radica su dignidad. En esa búsqueda de sí mismo, el lenguaje, la palabra, juega un papel elemental. En estos tiempos de confusión y vacío, conviene recuperar el sentido de las palabras que nos hablan del significado del hombre. El Papa, en el último documento publicado, vuelve a retomar el tema central de su primera encíclica, Dios es amor, para hacer una reflexión de lo que significa el amor de Dios al hombre; el amor de Jesucristo a la humanidad y el amor de los hombres entre sí. Lo específico del cristianismo no es un conjunto de ideas, ni un cuerpo de doctrina; lo que define a la fe cristiana y a la vida cristiana es el encuentro con Jesucristo. A partir de ahí, la Iglesia ayuda a cada uno de los hombres a que saquemos las conclusiones de esa mirada de Cristo a la vida, para conformar la historia que nos toca vivir. El Papa nos recuerda que las heridas que se infligieron a Jesús, son heridas a la dignidad del ser humano. Heridas que nos invitan a que no seamos meros espectadores de la historia, sino que luchemos contra toda forma de desprecio de la vida y de explotación de la persona y para aliviar los dramas de la soledad y del abandono de muchas personas. Éstas son las bases del humanismo integral.