Esa bioética es una coartada

Autor: Jesús Domingo Martínez

 

 

La ley española de Investigación en Biomedicina se encuentra en estos momentos recorriendo sus trámites legislativos. Ha sido aprobada en el Congreso y ha de pasar al Senado -donde es presumible que se introduzcan diferentes enmiendas- y volver al Congreso, para su aprobación definitiva. Nada indica que vaya a sufrir cambios sustanciales. Parece que el objetivo expreso es favorecer la investigación bio-médica en España.

Es curioso que en la ley que no respeta la vida de los más indefensos se habla repetidamente de ética, insistiendo en asegurar los derechos fundamentales de las personas o creando comités de bioética, ante esta incongruencia nos preguntamos: ¿Cuál es la ética que inspira el texto legislativo? Los expertos contestan que no es novedoso que la ética se utilice como máscara que encubre otra cosa, como para darles carta de respetabilidad. En este sentido, la bioética que inspira el proyecto de ley, o si se prefiere, lo que quiere el proyecto de ley de la bioética es una coartada. Por supuesto es una coartada burocratizada, creada a través de instituciones de designación gubernamental, lo que hace prever, tal como están las cosas, que sea igualmente una bioética sesgada.

Otro aspecto sorprendente es que la ley utiliza el término "preembrión", concepto recientemente rechazado por un nutrido grupo de investigadores y expertos españoles, cabe preguntarse: ¿Es un término científicamente riguroso? Todo da en pensar que ni la ley piensa que existan preembriones en un sentido real. Se limita a llamar preembriones a los embriones in vitro para privarles de una protección jurídica efectiva, sencilla y llanamente una coartada. Para ello recurre a la superstición del día catorce creando una etapa en la que la vida humana no es tratada como tal. Por tanto, podemos afirmar que se trata de una ley inspirada en los ideales de la mayoría legislativa y en los intereses de ciertos grupos, y no en criterios científicos.