Las prácticas religiosas logran una mayor estabilidad familiar

Autor: Jesús Domingo Martínez

 

 

El último estudio realizado por la Fundación Heritage recoge que las prácticas religiosas logran una mayor estabilidad familiar y que además fortalece el matrimonio.

Para poder demostrar los beneficios sociales de la religión, Patrik F. Fagan, investigador de la Fundación Heritage, se ha apoyado en los efectos que ejerce en las clases humildes reduciendo la incidencia de los abusos domésticos, el crimen, el consumo de drogas, alcohol o tabaco y su repercusión en una mejora de la salud mental y física en lo que, según el investigador, es un efecto de carácter intergeneracional que "los abuelos y padres transfieren a las siguientes generaciones".

"La práctica de la religión es un antídoto poderoso a los problemas sociales más urgentes, muchos de los cuales han alcanzado proporciones históricas", señala Fagan. El trabajo destaca que a pesar de los beneficios sociales de la religión, "la expresión de la fe en el terreno público se ha tropezado con muchos obstáculos", por lo que reclama la colaboración de los legisladores en la elaboración de fórmulas apropiadas que se integren dentro de las normas constitucionales para explorar el impacto de la práctica religiosa en la sociedad y, si es apropiado, "reconocer su papel e importancia". Tal vez sería conveniente que nuestro Gobierno y el partido que lo sustenta hicieran un estudio detenido del documento elaborado por la Fundación.