¿Por qué una ley innecesaria?

Autor: Jesús Domingo Martínez

 

 

Ante la inmediata aprobación de la ley española de Investigación en Biomedicina cabe preguntarse ¿Es "imprescindible" la investigación con "gametos, embriones o células embrionarias (...) en el ámbito de la terapia celular y la medicina regenerativa", tal y como se dice en la exposición de motivos de la ley? La respuesta, si tenemos en cuenta los resultados, es negativa. Los avances en medicina regenerativa se están produciendo todos en otras áreas que no reciben suficiente atención legislativa ni presupuestaria. Es así que la ley confunde intencionadamente a la opinión pública sobre este importante aspecto.

La ley afirma que "prohíbe expresamente la constitución de preembriones y embriones humanos con fines de experimentación", cosa que no es cierta. La creación intencionada de embriones sobrantes de la fecundación "in vitro" que no se van a implantar permite el recurso a los mismos para experimentación en una medida que supera ampliamente las "necesidades actuales". Es más, produce una práctica incautación de embriones al cabo de cuatro años que presumiblemente se utilizarán en investigación. Hay una presunción investigadora si no hay disposición expresa en contrario. De esta forma, se burla la protección jurídica y las exigencias constitucionales. Por otra parte se permite la denominada transferencia nuclear, es decir, los intentos de clonación; el producto podría ser un embrión en ningún caso transferible, por lo que su destino es la investigación.

Tampoco se explica porque una ley general presta una desmesurada atención a un área mínima de la investigación biomédica, la clonación y los embriones. ¿Por qué este interés y atención legislativa? Estoy convencido que esto sólo se explica por la tendencia radical de la mayoría legisladora y por el peso del lobby de la reproducción artificial.