En “Mi vida”.

Autor: Jesús Domingo Martínez

 

 

Cuando he leído el Decreto de enseñanzas mínimas, en el que se aprecian la obligariedad de cursar unos estudios con marcada ideología de género y rabiosamente laicista, me acordé de los que había leído en el libro “Mi vida” del entonces, cuado fue escrito, cardenal Ratzinger, hoy Benedicto XVI, cuando hace referencia a lo que, como niño aún, el veía que significaba y como se imponía el nazismo, comenta: “Ya entonces empecé a darme cuenta de que con la lucha en defensa de las instituciones desconocían en parte la realidad. Por que, en efecto, la sola garantía institucional no sirve para
nada si no existen las personas que las sostengan en sus propias convenciones personales. Esto, por el contrario, se daba sólo en parte; ciertamente, entre los profesores más ancianos y también entre los más jóvenes, había algunos que estaban profundamente convencidos y eran conscientes de su fe, para los que la fe cristiana era el más auténtico
fundamento de nuestra cultura y, por ello, también de su labor de educadores”.

Pero el Papa vivió como el nazismo se fue imponiendo a pesar de la garantía institucional. ¿No pasa algo parecido en nuestro sistema educativo actual? En aquel caso fue el nazismo en el nuestro los es el laicismo.