Ser vulgar... o mirar hacia el cielo

Autor: Padre Javier Leoz

 


Tony de Mello decía lo siguiente: “Un hombre se encontró un huevo de águila. Se lo llevó y lo colocó en el nido de una gallina de corral. El aguilucho fue incubado y creció con la nidada de pollos.


Durante toda su vida, el águila hizo lo mismo que hacían los pollos, pensando que era un pollo: escarbaba en la tierra, piaba y cacareaba. Incluso sacudía sus alas y volaba unos metros por el aire, al igual que ellos. Después de todo, se decía, ¿no es así como vuelan los pollos?


Pasaron los años y el águila se hizo vieja. Un día divisó muy por encima de ella, en el límpido cielo, una magnífica ave que flotaba elegante y majestuosamente por entre las corrientes de aire, moviendo sus poderosas alas doradas.


La vieja águila miraba asombrada hacia arriba. “Qué es eso?”, preguntó a una gallina que estaba junto a ella.
“Es el águila, el rey de las aves”. Respondió la gallina. “Pero tú no pienses en ello. Tú y yo somos diferentes de él”.
De manera que el águila no volvió a pensar en ello. Murió creyendo que era una gallina de corral”.

Amigo/a; todos los días –nada más levantarnos- lo primero que tendríamos que hacer es mirar al cielo y descubrir el aleteo de un DIOS que nos invita:

- A conocernos para darnos
- A superarnos para descubrir de lo que somos capaces con su ayuda
- A alejarnos de los caminos de la vulgaridad y de las imitaciones que se nos imponen
- A esforzarnos por alcanzar las cotas más altas de la generosidad, de la entrega y de la autenticidad.
- A no dejarnos, utilizar ni aplastar, por un ambiente que nos quiere convertir, no sé si en gallinas, pero sí en unos tecnócratas alejados de toda realidad divina.

¡Miremos hacia arriba!. Ante muchas voces que nos dicen que, estamos bien como estamos, los cristianos –tú y yo- siempre deberemos de arriesgarnos a superarnos en el día a día aunque sea a costas de pequeños aterrizajes accidentados o de golpes bajos. No en vano “el gran precio da título al diamante y, la dificultad a la virtud” (Montaigne)

Buen día....y que, lejos de imitar a nadie, sepamos descubrir que como hijos de DIOS estamos llamados, hoy también, a dar muestra de lo que somos capaces por nosotros mismos.

¿Eres águila o gallina?

Mirar al cielo nos trae, a la fuerza, un crecimiento interior¡¡¡