¿Quien eres, Señor?

Autor: Padre Javier Leoz

 

 

 

Y, vosotros, ¿quién decís que soy yo? (Lc 9,18,24)
Unos aseguran que eres Palabra bajada del cielo pero luego, sus vidas, se dirigen por simples cuñas publicitarias vociferadas en la tierra

Otros pregonan que eres Hijo de Dios pero luego, su existencia, está marcada por los impulsos del momento y sin referencia a la eternidad

Unos afirman que eres agua fresca en medio del desierto, bálsamo que cura, fuerza que levanta pero luego, esos mismos, prefieren otras vitaminas que seducen pero arruinan y secan hasta las entrañas del alma

Otros concluyen que eres respuesta a todo interrogante, montaña que se alza sobre el valle de las lágrimas, brújula que orienta al que se perdió en el laberinto de este mundo nuestro pero luego, sus decisiones, prefieren ser empujadas por el viento de los nuevos tiempos

Unos defienden que eres firmeza ante la debilidad, novedad que se impone a lo de siempre pero luego, sus razones para vivir, se humillan ante los poderosos del mundo o ante lo que aparentemente es moderno y menos comprometido

Otros predican que Tú eres la Verdad y la Vida, que eres un camino que merece la pena iniciar pero luego, sus palabras y sus senderos, son verdades a medias o atajos para llegar los primeros a costa de otros

Unos gritan que Tú eres la libertad y la liberación del hombre que anda esclavizado por el propio hombre. Luego, los días de esos mismos que gritan, están cubiertos de barrotes y de rejas que resultan difíciles abrir por la costumbre de vivir presos de sí mismos

Otros escriben que Tú eres el no va más, la razón de todo, el esperado desde siglos, el anunciado por profetas. Luego, los que tanto discurren y estampan sobre papel, corren el riesgo de cerrarte sobre las cuatro paredes del universo de nuestras ideas

Unos te pintan y otros te esculpen en piedra o en madera; unos te bordan en oro y otros con música en partitura y orquesta te cantan y te bendicen...pero luego, su ser de barro, se resiste a ser modelado por la fuerza del Espíritu o a ser tonificado por la presencia de la Gracia

¿Quién eres tú Señor? ¿Eres algo y alguien para este mundo que tanto habla de Ti pero a veces vive como si no existieras? ¿Tan necios y torpes somos para entender el fondo y la realidad que tu persona encierra?

¿Quién eres tú, en verdad, Señor?