No olvidemos lo importante

Autor: Padre Javier Leoz

 



Comenzamos hoy 17 de diciembre estas ferias de Navidad en las que se nos invita a reconocer que todo tiene un fin: Jesús. ¿Hay mayor revelación de Dios sino El?

“Genealogía de Jesucristo, hijo de David” (Mt 1,1ss)

De aquí en 8 días viviremos y cantaremos el momento mas bueno del año. Todo, incluso con el evangelio de hoy desbordado y presionado de decenas de nombres, apunta a que esa noche era la hora cumbre y culminante de reyes y de profetas, de apellidos y de sangre, de profecías y de sueños: JESUS EL MESIAS

Una de las cosas que más me llama la atención de mi servicio pastoral es la cantidad de personas que se acercan hasta el despacho preocupándose por sus ascendientes. Hoy, escribiendo estas líneas, me alegraba el pensar que después de Jesús, en el interior y a continuación de esa línea sucesoria de creyentes, también estamos nosotros. No estaría nada de mas caer en la cuenta que, al fin y al cabo, el trasfondo de tanto nombre es concluir que la Navidad también llega hasta nosotros a través de muchos recuerdos, nombres y apellidos que han hecho posible el que no olvidemos el contenido de estos días: DIOS NACE. ¿Seremos capaces?

Cuenta la leyenda que una mujer pobre con un niño en los brazos, 
pasando delante de una cueva escuchó una voz misteriosa 

que desde dentro le decía:
- Entra y toma todo lo que desees, pero no te olvides de lo 
principal. Recuerda algo: Después que salgas, la puerta se cerrará 
para siempre. Por lo tanto, aprovecha la oportunidad, pero no te 
olvides de aquello que merece la pena...
La mujer entró en la concavidad y encontró muchas riquezas. 
Fascinada por el oro y por las joyas, puso su bebé en el suelo y 
empezó a juntar, ansiosamente, todo lo que podía en su delantal.

La voz misteriosa habló nuevamente: 
- Tienes solo ocho minutos. 
Agotado ese tiempo, la mujer cargada de oro y piedras 
preciosas, corrió hacia fuera de la cueva y la puerta se cerró.

Recordó, entonces, que el niño quedó allá en el suelo y que la puerta estaba 
cerrada para siempre.
La riqueza duró poco y la desesperación, siempre. 


Estos días de Adviento son voces y nombres, antepasados y buenos creyentes que nos recuerdan…..¡NO TE OLVIDES DE LO PRINCIPAL! ¡NO TE OLVIDES QUE DIOS NACE EN UNA POBRE GRUTA!

Hoy es Juan Bautista quien, desde el hondo de nuestra vida, nos grita: “tenéis este tiempo para preparar el camino al Señor…no olvidéis lo más importante”.

¿Ante las Navidades en qué estoy poniendo el acento? ¿En lo puramente material?

¿No correré el riesgo de olvidar “al Niño” por acaparar cosas sin sentido?

17 de diciembre…una buena ocasión para pensar que nosotros también formamos parte de esa gran cadena de nombres, de hombres y mujeres, que han creído y creen en el sentido primero y último de sus vidas: JESUS EN BELEN

Es agradable pensar que dentro de esa genealogía de creyentes…estamos nosotros.