Maria, madre nuestra

Una oración y una flor por la que tanto nos dio

Autor: Padre Javier Leoz

 

 

 

Cultivar esta flor en el mes de mayo es regalar a la Virgen María la solidez de nuestra fe.

La flor de Antunio es una planta que se caracteriza por dar a luz una flor de larga duración y por su originalidad.

Los cristianos hemos de aprender, y nunca olvidar, que la vida cristiana no es un traje de “quita y pon”. El Bautismo hizo correr por nuestras venas la savia de la fe y, con ella, daremos abundante fruto en la medida que trabajemos para que su color y su valor no se debiliten.

Pidamos a Santa María Virgen que la FE sea algo duradero y decisivo en los años que estemos aquí en la tierra.

Para proteger esta valiosa flor es bueno regarla con buenas dosis de personalidad y de oración.

Pidamos a María: SER DIFERENTES A LO QUE EL MUNDO PRETENDE DE NOSOTROS

“Aquel que tiene fe no está nunca solo” (T.Carlyle)