En tres montañas...

Autor: Padre Javier Leoz

 


Vine para que tuvieráis VIDA en abundancia. La cruz fue alas que me elevaron hacia el cielo....fue supremo acto de servicio: por DIOS y por VOSOTROS.
La cruz, para quien no cree, cuando le llega es algo que lo aplasta contra el suelo
La cruz, para quien cree, es algo que nos lleva al valor del esfuerzo y del sacrificio, del amor y de la entrega.

OS LO DIJE EN TRES MONTAÑAS

Bienaventurados cuando os persigan por mi causa. Cuando no os entiendan, cuando os traten de locos, cuando os aparten y os calumnien, cuando por falsos pretextos os digan que “eso de creer” es para los foros más internos. En la Montaña de las Bienaventuranzas os lo advertí: vuestras lágrimas, cuando sean de sangre, se convertirán en puertas abiertas en el cielo.

OS LO DIJE EN TRES MONTAÑAS

En el Calvario no os lo dije con palabras. Pero habló mi vida. Mi sangre derramada fue sin duda la mejor obra sin necesidad de abrir mis labios. Os lo dije y os lo digo: no hay mayor grandeza que dar la vida por los amigos y, también, por los enemigos. Fue la primera transfusión de sangre bajada desde el cielo. A partir de entonces muchos...han recobrado y han tenido nueva vida. ¡Da gracias al Padre!

OS LO DIJE EN TRES MONTAÑAS

En el Tabor en mi resplandor DIOS dijo se complacía en mí desde el cielo. Os dije que las horas de triunfo exigen horas de muerte. Que el anuncio de gloria viene precedido por momentos de fracaso aparente. ¿Lo recordáis?....pues también os lo dije.