Jesús prototipo del Buen Pastor

Autor: Padre Javier Leoz

 

 

LA FIGURA DEL BUEN PASTOR NOS INTERPELA A:

-Ser menos jefes y más pastores de la Iglesia
-Pedir a DIOS que necesitamos más pastores en su Iglesia y menos jefes en la iglesia
-A no poner excesivo peso en los hombros de los demás y a cargar, cuando haga falta, con aquel que –tal vez- está un poco cansado
-A no conformarnos con aquellos que están alrededor y sí a, salir de nuestro círculo con valentía, para recuperar a los que hace tiempo se perdieron, los perdimos o los dejamos escapar.

LA FIGURA DEL BUEN PASTOR NOS URGE A:

-No considerar a los que sirven en la Iglesia como funcionarios meros números y sí como a personas que quieren ser felices llevando el mensaje de Jesús.
-A mirar a los ojos a los que, tal vez, hemos olvidado o marginado porque nos resultaban incómodos o proféticos para nuestra vida.
-A realizar un esfuerzo en el conocimiento, y menos en los juicios, sobre aquellos a los que desde nuestra posición privilegiada castigamos con el látigo de la indiferencia.

LA FIGURA DEL BUEN PASTOR NOS EMPUJA A:

-Preguntar por aquellos que, tal vez, se encuentran inmersos en mil soledades y al borde del “crac” personal y de una “ruptura existencial”.
-Interesarnos por aquel al que le pusimos veto en nuestro redil.
-Curar las heridas producidas bien por la dureza del cayado o...por la blandura de éste.

LA FIGURA DEL BUEN PASTOR NOS ENSEÑA A:

-Salvar a personas, con nombres y apellidos concretos, que viven circunstancias de orfandad y de decepción, de pasotismo o indiferencia.
-A comprender y liberar, no indagar, en las historias personales de aquellos que viven bajo el peso de ellas.
-A dar la vida (en gestos y palabras, en decisiones y cercanía) no a los pocos que tal vez eclipsan la realidad donde vivo sino, también, por aquellos otros que dieron por cerradas para siempre algunas puertas.

LA FIGURA DEL BUEN PASTOR NOS EMPUJA A:

-Poner menos empeño y tiempo en dinámicas, en reuniones y delegaciones....y a interesarnos más por aquellos pastores que dando el todo de su vida se encuentran al borde de muchos precipicios.
-Cerrar el paraguas de tantas ideas que gastan a las personas y que se quedan sobre la mesa y...a recorrer muchos caminos que nos llevan a las personas, a sus circunstancias y a su realidad concreta.
-Construir una Iglesia donde, de verdad, sintamos la presencia del Pastor (Jesús) por el testimonio, la palabra, el interés, la cercanía, la comprensión, etc., de aquellos otros pastores que hablan y actúan en su nombre.