Domingo V de Pascua Ciclo C

Autor: Padre Javier Leoz

 

 “La señal por la que conocerán todos que sois discípulos míos será que os amáis unos a otros” (Jn 13.31-33ª.34-35)

La secularización lo invade y lo penetra todo. Si resulta dificil para un creyente descubrir y ver los signos de Dios en el mundo ni que decir tiene que, al tibio en la fe, le resulta inconcebible y por otra parte de poco interés o práctico detenerse en esas disquisiciones.

Mis interrogantes, en medio de esta Pascua, son las siguientes: ¿Sostenemos los cristianos la pancarta viva del amor de Jesús o, por el contrario, nos quedamos detrás de ella perdidos con un lenguaje y formas que muchos ni comprenden ni otros tantos entienden? ¿Somos señales por las cuales, aquellos que nos rodean y nos ven, (o que nos traicionan y lapidan) intuyen que Dios y Cristo condicionan y son decisivos en nuestros hechos y comportamientos?.

Hace algunos años un científico ateo ascendía a una gran montaña , guiado por algunos cristianos. Se fijó en que sus guías, cuando atardecía, se detenían en cualquier rincón y se ponían a rezar celebrando la eucaristía.

Se acercó el científico y les preguntó qué era lo que hacían. "Hacemos oración", contestaron. "¿Y a quién se dirigen en la oración?", volvió a preguntar. "A Dios", le respondieron. El científico sonrió maliciosamente y les preguntó: "¿Han visto ustedes a Dios alguna vez?". Le respondieron que no. "Y, ¿lo han tocado con sus manos?". Nuevamente le dijeron que no. "¿Han escuchado la voz de Dios con sus oídos?". La respuesta nuevamente fue negativa. El científico concluyó: "¡Entonces no sean ustedes locos! Si nunca han visto a Dios, ni lo han tocado, ni oído, ustedes no deben creer en Dios".

Los cristianos no le dijeron nada por el momento.
A la mañana siguiente, mientras amanecía con una aurora espectacular, el científico salió de la carpa y, al ver las huellas de un León, les comentó a los guías: "Por aquí pasó un León". Uno de los cristianos le preguntó al ateo: "Pero señor, ¿acaso ha visto usted al León?". "No lo he visto", respondió. Volvió a preguntarle: "O, ¿acaso lo oyó cuando pasó por aquí?". "Nada de eso", dijo el científico. "¿Lo tocó con sus manos?", insistió el guía. "Tampoco". El cristiano concluyó: "Entonces usted está loco: ¿Cómo puede creer que pasó por aquí un León, si usted no lo vio, ni lo oyó, ni tocó con sus manos?". El científico, señalando el suelo, repuso enojado: "Es que aquí sobre la arena están las huellas del León". Entonces el cristiano, mirando el cielo y señalando la aurora que asombraba a todos, concluyó: "Señor, ahí tiene usted las huellas de Dios; por tanto, no cabe duda de que Dios existe y actúa. Un Dios que también lo ama y ha dejado su huella en toda la creación, incluso en usted mismo, aunque usted no lo reconozca".


HUELLAS DE DIOS

Si somos abiertos a lo nuevo sin olvidar ni dejar lo esencial: el mensaje de Jesús

Si, en la forma de ser y actuar, se nota que Dios modela toda nuestra existencia

Si no nos quedamos instalados en lo “de siempre” y nos abrimos con tesón y sin vergüenza a un mundo que mayormente le preocupa lo inmediato pero que, por otro lado, pregunta por lo que no conoce

Si descubrimos, en nosotros primero, la presencia de un Dios que nos exige sólo una cosa: amarnos

Si, con humildad, reconocemos que “esa sola cosa” que nos pide nos la puso difícil el Señor: amarnos como El nos amó (desde Dios).

No es complicado amar (como nosotros lo hacemos) la cuesta arriba se nos presenta cuando tenemos que amar como Jesús amó. Es la mejor señalización para que los demás descubran que la FE no es un dictado que se dice o se acoge de memoria.



¿DÓNDE COGEMOS EL MOLDE DE ESA HUELLA DE DIOS?

En Jesús que nos enseña, siguiendo la parábola del principio, a descubrir en su vida la mano de Dios

En su Palabra que nos invita, siguiendo el ejemplo ilustrativo, a sentirnos prolongación de su misión y de su presencia en medio del mundo

En su Resurrección que se nos presenta como la aurora final y más esplendorosa del último día.

Cuando no racionalizamos ni pedimos explicaciones de los misterios 

Cuando nos detenemos en la persona de Jesús y en su trayectoria divina y humana

En el “amar como yo os he amado” de Jesús. 

Cuando no tenemos temor en “hacer el primo” y nos volcamos de lleno a los demás

Cuando usamos cierto estilo nazareno: amor sin fronteras y sin diferencias

Si nos alejamos del puro sentimentalismo o palabrería pasando a los hechos. (“Una imagen vale más que mil palabras” dice el viejo proverbio)

Si, además de ser señal del amor de Jesús, nos preocupamos de actualizarla todos los días, de limpiarla con la fuerza de la oración y de hacerla inteligible con un lenguaje más cercano con el soplo del Espíritu Santo.

Cuando no hay exclusiones de personas en el estilo, en los hechos ni en las palabras.



UN MANDAMIENTO NUEVO PARA UN MUNDO NUEVO

La libertad nos deja libres ……si la empleamos para hacer felices a los demás y no para que sean nuestros esclavos

El diálogo nos hace hermanos….si lo utilizamos para acercarnos y no para imponer nuestros criterios

El compartir es sinónimo de amor……cuando no se mira a quién se da ni se espera nada a cambio

El amor es cristiano…………..cuando tiene su origen en Cristo y se ofrece al otro

La alegría es contagiosa……..si nace espontaneamente de un corazón ocupado por Dios y no preocupado por las cosas

La esperanza tiene futuro y nos empuja hacia adelante……si no se conforma con lo que ve y lucha por lo que está por venir

El amor es siempre nuevo…...si no se mide por horas

El amor es siempre nuevo…..si no se utiliza con segundas intenciones

El amor es siempre nuevo……si bebe de la misma fuente que Jesús: DIOS

El amor es siempre nuevo……si no apunta favores con nombres y apellidos

El amor es siempre nuevo……si no hace de su entrega una farsa

El amor es siempre nuevo……si no busca otro interés que el agradar

El amor es siempre nuevo……si no habla y actúa

El amor es siempre nuevo……si no se repliega en uno mismo

El amor es siempre nuevo……si rompe moldes y vergüenzas

El amor es siempre nuevo……si no juzga por lo que ve y se brinda a costa de todo

El amor es siempre nuevo……si no se confunde “hacer el bien” con “una simple ONG”

El amor es siempre nuevo……si busca su ser en la transparencia y no en la apariencia

El amor es siempre nuevo……si es como la nieve: cae suavemente y sin meter ruido

El amor es siempre nuevo……si es como el agua: por donde pasa genera vida

El amor es siempre nuevo……si es como la luna: ofrece luz en la oscuridad

El amor es siempre nuevo……si es como el sol: calienta a todos por igual

El amor es siempre nuevo……si es como las estrellas: guían en las dificultades

El amor es siempre nuevo……si es como la tierra: germina cuando se siembra

El amor es siempre nuevo……si es como Jesús: gratuito, inmenso y universal

El amor es siempre nuevo……si es como el Espíritu: sopla suavemente y en todas direcciones

El amor es siempre nuevo……si es como Dios: ama sin distinción

El amor es siempre nuevo……si es como María: está al pie de la cruz y a la puerta de la Resurrección

El amor es siempre nuevo……si es como la Pascua: anuncio de VIDA

El amor es siempre nuevo……si es como Pentecostés: quema odios y divisiones

El amor es siempre nuevo……si es como el Evangelio: no se proclama…se vive y se ofrece