Hartos de la "ora"

Sábado V semana de Cuaresma

Autor: Padre Javier Leoz

 

 

 

Así rezaba, hoy, el encabezamiento de un medio de comunicación social. Muchos de nosotros, en más de una ocasión, hemos tenido que dejar sobre la mesa el trabajo, una reunión, una copa o –simplemente- la cesta de la compra porque, el coche, lo habíamos dejado  aparcado en zona azul. Lo cierto es que, la ORA, hace que estemos en vilo y pendientes de nuestro automóvil a no ser –claro está- que no nos importe enfrentarnos a una cuantiosa multa.eue,

Desgraciadamente y a menudo nos acostumbramos a CREER en JESUS y en su IGLESIA  sin más aledaños ni exigencias que aquello que “yo considere oportuno” y que no me traiga demasiadas disquisiciones a la hora de pensar.

Lo que dijo Pascal; “Para mirar la virtud de un hombre no hay que mirar sus esfuerzos extraordinarios, sino su vida cotidiana”, puede ser perfectamente un síntoma de lo que ocurre en la práxis de FE de muchas personas:  

-         Lo extraordinario se ha convertido en un vivir y celebrar cristianamente un momento puntual/sacramental con el que se tranquiliza nuestra conciencia. Pero, a continuación, lo dejamos en el olvido , lejos de nuestras actitudes y de nuestros compromisos con el mundo.

-         Lo que viste  y  lo que “mola” -como dicen los jóvenes- es hacer de nuestra religión una opción a la carta: creo como quiero, cuando quiero, en lo que quiero y porque quiero.

-         Nuestra religión - relación con Dios-  la vemos más como un derecho que como un don. Si antes se nos inculcaba la “obligación de...”ahora nos encontramos en el extremo opuesto: “tengo derecho a....”

-         Lo que vale y se pretende, por lo menos por aquellos  que nos quieren imponer un único modelo de sociedad –alejada de toda vivencia y hecho religioso- es que la FE quede en el foro interno de cada uno y, si es metida en los cajones de la sacristía...mejor que mejor.  

Y yo, ante esto me pregunto, ¿dónde está la guardia y retaguardia (obras y compromiso, acción y testimonio) de aquellos que dicen creer en DIOS pero viven como si esto fuera una carga o, por lo menos, un condicionante?  

Aunque DIOS no nos necesita para su propia perfección sino que, más bien,  confía en nuestra propia realización (esa es su gloria) tal vez sería bueno que se implantara en nuestra iglesia (parroquias y grupos, congregaciones y consagrados, laicos....) la “ORA”.

-         Para que considerásemos si nuestra fe es algo despierto o dormido.

-         Para que, dejando lo que tenemos entre manos, volviésemos nuestros ojos y viésemos como anda  aquel “primer amor” del que, por ejemplo, nos habla el Apocalipsis.

-         Para que pensáramos que la Iglesia, como comunidad de Fe y de Amor, funciona más y mejor cuando ponemos en rodamiento los carismas y los dones –no de uno ni de dos- sino de todos sus miembros y armonicamente unidos.  

Ciertamente que esta “ORA” cristiana......no conoce lo que son las multas. En primer lugar porque DIOS no sanciona por los pecados cometidos sino que acoge y perdona por todos ellos. Pero, si que sería bueno, que nos hiciéramos una autocrítica sobre  si no hace ya mucho tiempo que nuestra FE se encuentra aparcada demasiado tiempo en la “zona azul” (comodidad, crítica, desencanto, desesperanza, pasotismo, cobardía, vergüenza......).

Entonces, amigo, si es así.....¿a qué esperas?. ¿Acaso no sabes que –el vehículo de la FE- es para los intrépidos y para los que siempre quieren dar lo mejor de sí mismos?