Un sombrero para dos cabezas

Miercoles V semana de Cuaresma

Autor: Padre Javier Leoz

 

 

 

Yo vengo de Dios (Jn 8,31-42)

No hace mucho tiempo, en un programa televisivo, se planteaba una dinámica de juego. Había que decidirse entre dos personas a la hora de imponerles un sombrero dorado sobre su cabeza. Para ello era decisivo los siguientes puntos:

-Habilidad a la hora de solucionar una serie de cuestiones

-Conocer y adivinar una determinada melodía

-Ganar diversas pruebas

-Ingenio y rapidez en la composición de algunos sonetos 

Al final hubo empate y, la organización, se encontró con la difícil solución de que solamente había un sombrero para dos cabezas. Lo echaron a suertes y el auditorio aplaudió o criticó la decisión.


FIDELIDAD A DIOS
A la hora de tomar un camino, o una opción, el cristiano se siente tentado a “cubrir” con el sombrero de la FE al mismo DIOS (al que desea dar gloria y obedecer ) y al “amigo mundo” con el que se quiere congraciar y disfrutar.

DIOS y MUNDO lejos de ser una contraposición es un complemento mutuo. Lo más cómodo y peligroso, en la situación coyuntural que nos encontramos, es dejarse arrastrar por un humanismo desprovisto de toda connotación e intervención divina. 

No nos debiera de resultar tan difícil el combinar nuestro aprecio por el mundo (hay tanto de bueno en él como mucho que mejorar) con la FE en DIOS que siempre será un motor que nos impulsará a seguir trabajando por la reconstrucción de una sociedad que ha perdido el vértice de una serie de valores que hasta ahora la sostenían y definían. 

Recientemente nos sorprendían las declaraciones de notorios “dirigentes cristianos europeos” que quieren evitar a toda costa, en la constitución europea, cualquier reseña o referencia de la importancia del cristianismo en la coexión, personalidad e historia de Europa. ¡Cuánto no ha insistido el Papa en esta cuestión!

Faltan , es verdad, cristianos que PROFESEN su FE y que trabajen desde ella en todo ámbito social, económico y político. Cuando se confunde “aconfesionalidad” con “laicidad” quien gana, saca partido y buena tajada son las ideologías dominantes de nuestro tiempo que encuentran espacios vacíos y buen caldo de cultivo para hacer lo que les venga en gana. 

El respeto no significa repliegue

La tolerancia no es invisibilidad en la praxis de la FE

La pluralidad no nos lleva a la disolución de lo que para nosotros es catalizador y elemento de vida en nuestra sociedad y en nuestras familias: el cristianismo 

La PASCUA que se acerca es una llamada 
-a redescubrir los fundamentos de nuestra vida cristiana. 

-A rearmarlos de nuevo reafirmando lo que creemos y sentimos.

-A no hacer una lotería con el “sombrero de la FE” entre el mundo o DIOS.

-A no dividir el corazón ante lo que los convencionalismos interesados nos exigen

-A no jugar con DIOS: hoy ¡sí! pero mañana ¡no!


La PASCUA cercana es una llamada a poner como SEÑOR de todo lo que somos, pensamos y trabajamos a un DIOS que no nos pide otra cosa sino una confesión clara, firme y convencida: JESUS ES HIJO DE DIOS Y ES LO MÁS GRANDE QUE UN HOMBRE Y UNA MUJER PUEDE LLEGAR A CONOCER Y VIVIR.

Lo contrario será facilitar, como muy bien dijo el Cardenal de Madrid en el funeral de estado por las víctimas del 11M, el que otros dinamiten los fundamentos y los pilares donde están basadas las sociedades cristianas.

¿A quién pondremos el sombrero?

PROFESAR LA FE ES NO DEJAR QUE NADA NI NADIE APAGUE A VOZ DE DIOS QUE SUENA A TRAVÉS DE NOSOTROS