Desvelando el fondo...

Viernes IV semana de Cuaresma

Autor: Padre Javier Leoz

 

 


“YO CONOZCO AL QUE ME HA ENVIADO” (Jn 7,1-2 y ss) 

Los estereotipos que a veces nos formamos de las personas y de las cosas nos impiden, con cierta frecuencia, aceptar sus aspectos positivos o la verdad que hay en ellas. En esta cuarta semana de la cuaresma aquellos fariseos “sabían muy bien” de dónde venía Jesús y fueron incapaces de pasar por alto un dato que tendría que haber sido anecdótico: su provincialidad. El hijo del carpintero y de una tal María....les seducía muy poco como para entender e intuir la presencia del Mesías esperado. 

LA VERDAD....

-Siempre será verdad venga de donde venga y diga quién la diga.

-Vendrá refrendada, no por aquello que nosotros busquemos, sino por lo que ella en sí misma encierra y es.

-Nos enfrenta a nuestros propios intereses y prejuicios: “cuando alguien nos cae bien la mentira que pregona puede se convertirse en virtud, cuando alguien nos resulta ingrato su verdad se convierte en duda para nosotros” (León Felipe) 

LA VERDAD DE JESUS 

-No es en sí misma su persona. Es fácil aceptar su presencia histórica pero hay que dar un segundo paso: descubrir en El ....el testimonio de DIOS.

-No nos apasionan tanto sus hechos cuanto el significado de los mismos: algunos buscan lo espectacular de ellos....nosotros hemos de buscar el dedo de Dios en todo ello.

-Los cristianos no somos ninguna “ONG”. No nos mueve ni nos movemos exclusivamente por la justicia o la libertad, los pobres o sus derechos. Nos mueve el AMOR a Cristo que, luego y por reciprocidad, hemos de hacerlo real y visible en nuestro compromiso activo en favor de los demás.

-Nos exige un cambio de rumbo y de actitud ante la vida. Nuestra FE en El hará que para unos resultemos incómodos....pero, para otros, verdad reveladora y atrayente. 

LA VERDAD DE LA CRUZ 

-Implica no solamente colgarla, en oro o plata, en el pecho. Es creer, caminar y servir hacia delante aún en medio de las contradicciones. 

-Es reconocer la suprema verdad que Dios, en sí mismo, nos muestra: TODO POR AMOR y MOVIDO DESDE EL AMOR.
-No es sólo un conocimiento del Evangelio ni ser “fans” de un personaje que subió al madero por unos ideales...nos invita a realizar una confesión sincera: Jesús es el Hijo de Dios.

-Es un no conformarnos con admirar la cámara fotográfica sino, más bien, descubrir y ver lo que nos aguarda al revelarse las fotografías.

-Nos anima a creer en comunidad y en grupo. La fe intimista “yo creo a mí manera” “me confieso con DIOS” “yo tengo a mi DIOS”, pero sin pasar por Jesús , será lo que sea....menos cristiana. 

En definitiva, nuestra FE, no solamente tiene que ser una vida cristiana de visita en la que, a simple vista, todos somos guapos, majos y educados. Tendrá que ser, a continuación, un profundizar en el conocimiento de lo que decimos creer, seguir y existir.

Para nosotros, Jesús, no queda en la iconografía de una carpintería o certificado en unas actas de existencia histórica.....para nosotros, Cristo, es quien nos revela en palabra y obra el AMOR QUE DIOS NOS TIENE.