Oídos sordos

Jueves III semana de Cuaresma

Autor: Padre Javier Leoz

 

 


“Pero no me escucharon..sino que caminaron según sus planes” (Jer 7,23-28)

Cambiar el corazón y orientarlo hacia la PASCUA. Llenarlo de Palabras que merezcan la pena con la exigencia de desnudarlo de tantos trastos que lo han convertido en un pequeño contenedor de lo inservible, puede ser perfectamente el sentido y el objetivo de la Cuaresma: LLEGAR A LA PASCUA CON LOS OÍDOS BIEN ABIERTOS

“A palabras necias oídos sordos” recita un viejo refrán. Necio no es el sonido que transmite la palabra sino el hombre cuando es incapaz de cribar la que empuja a la santidad, de aquella otra que es trampolín y precipicio a la insensatez.

Palabras al viento.........las que nos seducen, embelesan y aíslan los sentidos Las que nos engañan y condicionan nuestra forma de vivir. Las que impiden aflorar y dar cumplida realización al auténtico “yo” que llevamos todos escondido
Sobran palabras que no dicen nada y que nos hacen pensar y esperar en falsas promesas. Sobran las que se constituyen en pórtico de la felicidad y luego se ahondan en un foso de decepciones y de desilusiones.
Escasean los oyentes de la Palabra verdadera. Aquellos que quieren madurar sin necesidad de renunciar a la verdad que nos viene de Dios.
Hoy, como ayer, muchos de nosotros somos los que seguimos empeñados de vivir de espalda y no de frente a la verdad. Lo blanco lo vemos como negro y viceversa. Damos más crédito al horóscopo y a la casualidad que a la intervención del mismo Dios.

AYÚDANOS, SEÑOR......

-A mirar las cosas con tus mismos prismáticos: la bondad
-A valorar los acontecimientos y a las personas con tu mismo ingrediente: el amor
-A escuchar tu Palabra con tus mismos auriculares: la verdad
-A reafirmar nuestra Fe sin enmiendas ni adulteraciones: la confianza
-A eliminar la perversión de ser inmunes a tu Palabra: la oración
-A proteger nuestros oídos de ruidos falsos y estridentes que hacen olvidadiza nuestra cerviz: el arrepentimiento y la vuelta a Ti con una reconciliación personal y sincera.
-A no vivir de espaldas a la luz que nos viene de Ti y si de los fuegos de artificio que iluminan nuestro rostro durante quince minutos y lo postergan a continuación a la oscuridad: la perseverancia
-A buscar el camino que conduce hacia Ti y, a alejarme, de las sendas que me convierten en adorador de ídolos que me esclavizan: la contemplación

Bondad y amor, la verdad y la confianza, la oración y el arrepentimiento, la perseverancia y la contemplación son (entre otras) diversas ondas hertzianas por las que –hoy y aquí- podemos escuchar claramente a Dios.
Que aún en medio de nuestras ocupaciones sepamos luchar para sacar tiempo y no olvidando reconocer los signos visibles de su Reino. 

¿Seremos capaces?. Es cuestión de poner, a nuestra Fe, una buena antena antioxidante y con cierta calidad: LA ESCUCHA.

AL ALBA de este jueves....que caminemos hacia la luz.

ASOMARNOS A LA PROFUNDIDAD DE DIOS CONLLEVA ESCUCHARLE Y RECONOCER SU SEÑORÍO