Adviento: Ojos para ver

Autor: Padre Javier Leoz

 



“ELIAS VINO Y NO LO SUPIERON RECONOCER”(Mt 17)

Hoy, por si no lo recuerdas, es Santa Lucía. En mi parroquia existe una sugerente tradición: cuando llega el 13 de diciembre se asciende a lo más alto de un monte desde el cual se divisa una excelente panorámica y ,donde hasta el cielo, parece estar más cerca. A continuación, después de un buen chocolate caliente, se visita la Parroquia, se besa la reliquia de la Santa y se le pide salud para la vista.

El nombre de Lucía significa LUZ. Y en los tiempos que corremos a voz en grito nos piden y pedimos LUZ.
Desde familia hasta la misma política, desde el fondo de nuestra conciencia o en la trayectoria de cada día, a la hora de enfrentarnos a las decisiones o trabajos, en el matrimonio, a los sacerdotes, a nuestra iglesia........¡ DÁNOS UN POCO DE LUZ SEÑOR!!!

Necesitamos la vitamina “VER”.

Para reconocer la llegada del Señor

A Santa Lucía, nos relata la tradición cristiana, le sacaron los ojos por mantenerse firme en la convicción de creer y esperar por VER a DIOS.

En estos días precedentes a la Navidad parece como si a muchos, lejos de sacarles los ojos, les pusieran lentes de aumento en una sola dirección: compra, come, mira, sube, baja, adorna, baila, vístete¡¡¡¡

Yo, amigo/a, te pido que no dejes echar tierra sobre tu mirada. Que tengas los ojos BIEN ABIERTOS a lo que los próximos días nos enseña: VER Y VIVIR EL MISTERIO DE BELEN.

El mayor enemigo de la Navidad son las cataratas consumistas que nos impiden reconocer lo que ella nos trae: DIOS

El mayor obstáculo de la Navidad es aquel de quien tiene ojos para todo lo visible y fugaz pero es ciego ante aquello que es lo más importante y duradero.


Querido amigo/a; que hagamos un esfuerzo por cuidar la vista en estos días y poder contemplar así con nitidez y alegría ese momento único y lleno de amor y de ternura: DIOS EN LA TIERRA.


Que Santa Lucía, en todo caso, nos ayude en la adquisición de esa vitamina “VER” al pie del mostrador de la oración y de la esperanza que infunde este tiempo de adviento.

¿Quieres tomar vitamina “ver” o prefieres tener cataratas que te distorsionen la realidad navideña?


Razón ya tiene la conocida sentencia: “no ve mejor quien mira sino aquel que sabe orientar sus ojos hacia la verdad”.