Adorar al Señor es...

Autor: Padre Javier Leoz

 

Reconocer de antemano su señorío sobre nosotros.

Pedir la humildad necesaria para postrarnos.

Ponerle como centro de nuestras acciones

Darle gracias por su presencia en nuestra historia

 

Es entrelazar la divinidad con la humanidad

Dejarse embargar por el Misterio escondido

Dejar que hable la fe aunque la razón nos despiste

Sonreír en medio de la seriedad del silencio

 

Es rumiar Palabras que salvan

Es pedir Palabras que sanan

Es ponerle como confidente de nuestros fracasos

Es hacerle sabedor de nuestras pequeñas conquistas.

 

Adorar al Señor....¡es lo más grande!

Supone poner a DIOS en el lugar que le corresponde

Y al ser humano bajarlo de la peana del poder y de la arrogancia.

 

Adorar al Señor...¡es lo más fructífero!

Es dejarse traspasar por la presencia del Misterio

Es cambiar cuando, con Dios, está a solas.

 

Adorar al Señor....¡es lo mas sensato!

Cuando fallan los esquemas del mundo

Y prevalecen las soledades del hombre

Cuando, prometemos y no cumplimos,

Mientras que DIOS siempre espera aún sin haber prometido.

 

Adorar al Señor...¡es lo más necesario!

-La Fe se fortalece al calor de Señor

-La caridad se agranda a la sombra de sus hechos

-La esperanza se alimenta de Aquel que siempre nos espera.

 

Adorar al Señor, entre otras cosas, es simplemente ponerle en el centro de toda nuestra existencia.

¿Seremos capaces de vaciarnos de tanto trasto inservible pero que hacen de nuestro corazón un desván desfasado?