¡Nos volveremos a ver!
Autor: Padre Javier Leoz
Porque tu palabra fue un altavoz abierto para que Dios hablara
Porque tus manos fueron caricia y bendición de Dios hacia el mundo
Porque tu anuncio fue denuncia ante el vacío del hombre que busca a Dios
Porque tus ojos quisieron que otros vieran lo que tu alma sentía
Porque tu corazón quiso latir con la fuerza del Evangelio
¡NOS VOLVEREMOS A VER!
Porque creíste aún a riesgo de tu propia vida
Porque amaste sin tiempo y sin medida
Porque supiste fiarte de Aquel por el que todo te diste
Porque nos fiamos del testimonio de los Apóstoles
¡NOS VOLVEREMOS A VER!
Porque nos invitaste a la Eucaristía como anticipo de un banquete eterno
Porque señalaste la dirección correcta para no perdernos
Porque quisiste una iglesia firme y sólida en la roca de los Apóstoles
Porque rompiste esquemas, y surcaste las fronteras con el avión del Evangelio
¡NOS VOLVEREMOS A VER!
Porque supiste anteponer la cruz a tu propia comodidad
Porque no la quisiste esquivar en el final de tus días
Porque escogiste la mayor riqueza que un hombre puede alcanzar: Dios
Porque abriste mil horizontes a un mundo oscurecido por peligrosos nubarrones negros
Porque has servido a Dios sirviendo a la humanidad
¡NOS VOLVEREMOS A VER!
Porque has sido un testigo de Cristo, fiel y valiente
Porque no te has amedrentado ni echado atrás ante el rechazo del mundo
Porque has sembrado amor y fidelidad a la Iglesia sin desmayo
Porque has dirigido con claridad la barca de tu iglesia hacia el buen puerto
Por enseñarnos a vivir según Cristo, y a ser fuertes en el morir cuando se ha vivido con Cristo
Por tu amor inquebrantable a Santa María Virgen, de la que fuiste todo suyo y todo pareciéndote poco
¡NOS VOLVEREMOS A VER!
Porque grande ha sido tu fe y tu oración
Porque grande ha sido tu dedicación y tu autoridad
Porque grande ha sido tu esperanza y tu vocación
Porque generoso ha sido tu servicio a todo hombre
Porque has cumplido convencido de lo que llevabas entre manos
¡NOS VOLVEREMOS A VER!
Porque nos enseñaste a respirar con el pulmón de oriente y de occidente
Porque nos has despertado del letargo espiritual
Porque has llevado con ilusión tu fe a los cuatro puntos cardinales
Porque nos has hecho valorar, y nunca perder, a Jesucristo
Por tu respeto a la vida y por tu respeto a la dignidad humana
¡NOS VOLVEREMOS A VER!
Te vas, Juan Pablo II, pero no te vas. ¡Nos volveremos a ver al final de los tiempos!
Hoy se cumple, lo que tantas veces desde la ventana de tu casa leías en el reloj de tu iglesia de Wadowice: "el tiempo huye, la eternidad aguarda".
Descansa en paz.