Predisposiciones para una Eucaristía

Autor: Padre Javier Leoz

 

 

Silencio


El fruto del silencio es la oración. El fruto de la oración es la fe. El fruto de la fe es el amor. El fruto del amor es el servicio. El fruto del servicio es la paz. Beata Madre Teresa de Calcuta. 

En el silencio es donde hay más posibilidades de tener sensaciones que el ruido diario nos impide. En la eucaristía, el silencio, no es ausencia de palabras sino una conquista del espacio por dos personas: Cristo y el hombre


Reconciliación


Reconciliarse es mirar al futuro sin guardar recuerdos del pasado. Anónimo.

Mirando a Dios, en cada eucaristía, es encontrar y adquirir razones para estrechar la mano, para aparcar en el olvido las ofensas. Sólo, mirando a Dios, somos capaces de ver al prójimo como un hermano y no como un adversario.

Escucha


El que realmente escucha a Dios, ya no vive para si mismo, porque el fuego de este amor lo consumió todo. Alicia Beatriz Angélica Araujo. 

La eucaristía nos hace sentir el cayado del Señor. Sus palabras, para quien las escucha, son motivo de impulso, de avance, de conversión. En una palabra...de felicidad.

Acogida


Quien acoge a Dios es capaz de hacer frente a toda adversidad que está por venir. Anónimo.

Jesús, por la Eucaristía, nos hace fuertes e invencibles. La comunión con El no nos hace estar en las nubes sino comprometidos y volcados en las circunstancias del entorno donde vivimos. 


Alabanza
Honra a Dios con el silencio y trata de agradarle no con las palabras, sino con las obras. Demófilo 

Dios no necesita de nuestras bendiciones ni piropos. Pero, la honra más sincera que podemos ofrecerle, es precisamente el acorde perfecto entre labios y corazón. Entre palabras y obras. Entre sentimientos y actividad.


Humildad
El hombre es una infinitamente pequeña copia de Dios. Bastante gloria es ésta para el hombre. A pesar de mi insignificancia, reconozco que Dios está en mí. Víctor Hugo 

Sólo, desde nuestra pequeñez y conscientes de nuestras faltas, podemos adelantarnos para compartir la mesa del Señor. La arrogancia y la seguridad de uno mismo, la soberbia y la autosuficiencia pueden convertir a la eucaristía en un banquete inacabado, en una mesa fría, en una palabra escuchada a medias.

Adoración


Hemos de levantarnos de la Sagrada Mesa con fuerzas de león para lanzarnos a toda clase de empresas heroicas. Autor desconocido.

La eucaristía es la medicina de los que quieren permanecer con eterna salud; unidos a Cristo mientras el cuerpo aguante en la tierra y contemplándole cara a cara cuando esté llamado a la resurrección final. Mientras tanto, la adoración, es un pensar, soñar y estar con el Amado.


Contemplación


Mientras que para la sociedad no existe mayor pecado que la vida contemplativa, los más cultos opinan que la contemplación es la ocupación natural del hombre. Oscar Wilde 

Nada hay imposible para el que es capaz de contemplar. Es sentirse sostenido por una fuerza superior, que todo lo trasciende y todo lo penetra. Y, por lo tanto, ante todo responde.


Oración
Debemos orar siempre, no hasta que Dios nos escuche, sino hasta que podamos oír a Dios. Autor desconocido. 

Decir Jesús es recibir, como eco sostenido: DIOS. Una eucaristía sin oración, es una comida sin diálogo, sin una comunicación previa o final con el anfitrión. La oración nos hace confidentes y amigos con Aquel que nos ha abierto las puertas de su casa y nos ha sentado a su vera.

Con solo cinco letras se construye una oración completa: “ JESÚS”. 

Gratitud


Sentir gratitud y no expresarla es como envolver un regalo y no darlo" William Ward. 

La eucaristía empuja al agradecimiento. Una vez que hemos recibido a Jesús, por momentos, nos convertimos en sagrarios y custodias, patenas y cálices. Como respuesta y en contraprestación, a continuación, estamos llamados a llevar al mundo la alegría de ser cristianos, la experiencia vivida en la eucaristía, el testimonio de nuestra fe, las palabras coloreadas por las obras. 

Gratitud a Dios, por la eucaristía, es darle gloria y alabanza por ser sus hijos.