¿Por qué no me case.?

La sexualidad y sus expresiones

Autor: Padre Gustavo Vélez Vásquez (Calixto)

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Conviene entonces distinguir entre naturaleza sexual de cada varón, de cada mujer, y expresiones de esa misma sexualidad.

Entendiendo la sexualidad como un mecanismo de comunión y de complementación, clasificamos en tres apartados las expresiones sexuales del individuo: Se dan expresiones de orden biológico. Otras se sitúan en un plano sociológico. Y otras se dan en un nivel de los valores: religiosos, cívicos, artísticos, políticos, etc.

La convivencia hombre y mujer presenta en la vida real expresiones que no son meramente de un solo orden. Porque el hombre es un ser mixto. Complejo. Cada una de sus actitudes trae resonancias más o menos identificables en todas las dimensiones de su ser.

Pero además, el hombre es un ser mistérico. Por misterio entendemos aquí ese mas allá que es propio de tantas realidades terrenas. Algo esencial del hombre. Un reflejo de Dios.

Por lo tanto, lo sexual tiene siempre un mas allá. Si despojamos nuestra sexualidad de su misterio encontraremos algo mecánico y absurdo. Un instinto sin meta. Una búsqueda infructuosa.

Toda esta larga introducción para llegar a un aserto fundamental: La sexualidad es obligatoria. Pero sus expresiones son libres. Lo cual quiere decir: Es obligatorio ser hombre o ser mujer. Sin embargo, las expresiones personales y sociales de nuestra identidad sexual son de libre escogencia.

A la persona madura se le pide identificarse dentro de su historia como hombre o como mujer. Desde su propia madurez escogerá las expresiones correspondientes.

Cabe preguntarnos también: ¿Qué significa ser hombre o mujer? Valen muchísimas respuestas. Sin embargo, se da una antropología correcta que responde proyectando a cada persona a un nivel suficiente de hominizacion y de convivencia.