Las hay para todos los gustos 

Autor: Padre Gustavo Vélez Vásquez (Calixto)

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No es fácil clasificar todas las sectas que existen en nuestro medio. Aparecen y desaparecen. Cambian de lugar y de nombre. Mudan sus contenidos doctrinales. 

Algunos nombres: Alfa y Omega, Asambleas de Dios, Avivamiento Bíblico, Ciencia Cristiana, Cruzada Estudiantil y Profesional, Ejército de Salvación, Familia del Amor, Hare Krishna, Iglesia Cuadrangular, Iglesia de Jesucristo de Los Santos de los Ultimos Días (Mormones), Iglesia Bíblica de Cristo, Iglesia de la Luz, Iglesia Nueva Jerusalén, Iglesia del Reino de Dios, La Sana Doctrina, Maran Athá, Misioneros de Betesda, Misioneros Brasileros, Nueva Acrópolis, Oración Fuerte del Espíritu Santo, Testigos de Jehová, etc. 

La denominación Iglesia abunda, lo mismo que los adjetivos cristiana y misionera. 

Se dan también muchos grupos que se llaman genéricamente Evangélicos, Pentecostales, Presbiterianos, etc., pero que, de país a país, de ciudad a ciudad, difieren entre sí sobre asuntos fundamentales. 

Podríamos, sin embargo, intentar una clasificación elemental de las sectas. 

Sectas seudocristianas 

Son aquellas que, manteniendo algunas verdades del Evangelio, no están en comunión con la Iglesia Católica. No situamos aquí a los grupos cristianos de oriente separados de Roma: los Ortodoxos. Tampoco a las Iglesias protestantes serias, nacidas de la reforma protestante. Muchas de ellas permanecen dentro de una teología bien estructurada y notable cercanía al Evangelio. Sin embargo estas comunidades cristianas, al no tener una base sólida en la persona del sucesor de Pedro, evolucionan con frecuencia, convirtiéndose en sectas. 

La mayoría de ellas utilizan la Biblia, interpretada al pie de la letra, como única fuente de verdad. Señalan a Jesucristo como portada en su afán proselitista, pero su comprensión del Señor y de la Iglesia difiere mucho de la teología católica. 

Sectas filosóficas y científicas 

Generalmente arraigan en medios intelectuales. Predican un camino hacia Dios por medio de la reflexión filosófica y mística. Presentan un sistema de verdades esotéricas. O sea que los iniciados han de mantener en secreto. Y un conjunto de prácticas para purificarse del mal y alcanzar la “iluminación”. Es decir la paz interior y la sabiduría. 

Sectas de origen oriental 

Lo oriental en cuestión religiosa está de moda. Si usted no es devoto de algún maestro asiático no está en nada. Vale en verdad aprender de Anthony de Mello, pero comprendiendo que muchas veces nos deja a mitad del camino. El Evangelio está mucho más allá. Decía un sabio conferencista: “Muchos cristianos ignoran que la más hermosa religión oriental es el cristianismo". Su teología se basa en el panteísmo, al no diferenciar entre Dios y el mundo. Promueven además una transformación sicológica de sus adeptos, no siempre sana ni humanizante. 

Sectas satánicas 

Freud nos habló del “suicidio simbólico”, una actitud asumida por algunos frente a los dolores que los torturan. Sucede lo propio con ciertas personas angustiadas, incomprendidas—especialmente entre los jóvenes—, las cuales proyectan su vida hacia un ser superior y poderoso, así sea malvado, del cual esperan una transformación en su vida. Surgen entonces las sectas satánicas —no extrañas en Colombia— que integran ritos de inmolación, donde la droga realiza sus efectos y también de víctimas humanas y de suicidio. “Cuando el hombre deja de creer en Dios, dice un autor, es capaz de creer en cualquier cosa”.