¿Por qué no me case.?

¿Estado de conmoción interior?

Autor: Padre Gustavo Vélez Vásquez (Calixto)

Sitio Web

 

Ciertos cristianos que conozco imaginan a sus sacerdotes en continuo estado de "conmoción interior". No dan ellos un paso, sin tropezar con la espinosa situación de su celibato. Lo más lógico es entonces que algún día, rompan todos los lazos y se dediquen a vivir "humanamente".

La realidad es muy distinta. Vivir en cualquier estado y condición humana a todos nos cuesta. Añadamos también lo que escribió el poeta santarrosano: "Hay días en que somos..."

Pero quien procura asumir honradamente su sacerdocio encontrará que la presencia del Señor, la amistad de tantos y tantas que nos rodean, la madurez que se alcanza después de las crisis, nos regalan una vida estable y gratificante.

Cuando dejamos de mirar al celibato como una ley y descubrimos sus valores de libertad, disponibilidad, generosidad en el amor, amplitud y trascendencia no sentimos nostalgia de haber seguido otro camino. Porque además, el problema no consiste en casarse o no casarse. La cuestión es vivir suficientemente la dimensión humana y, para nosotros los discípulos de Jesús, la cristiana.