¿Por qué no me case.?

¿Celibato opcional?

Autor: Padre Gustavo Vélez Vásquez (Calixto)

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Es un tema muy traído y llevado en nuestro tiempo. Pero estas dos palabras tienen muy diversos significados.

Primero: Que hubiera en la Iglesia católica latina sacerdotes célibes y sacerdotes casados. Sabemos que la Iglesia griega católica también exige el celibato para sus obispos y sus monjes. No para sus sacerdotes diocesanos, que pueden ser célibes o casados.

Segundo: Que los actuales sacerdotes ya ordenados en la Iglesia latina tengan posibilidad, un buen día, de casarse si les parece, manteniendo su ministerio pastoral al igual que los célibes.

Tercero: Que la Iglesia llame a esposos, dentro de determinadas circunstancias, al ministerio sacerdotal. Son aspectos que se debaten en muchos foros de la Iglesia, dando como argumento principal la escasez actual de sacerdotes en muchas regiones del mundo. Y la situación de muchas comunidades creyentes, privadas de la Eucaristía y del Sacramento de la Reconciliación.

Todo esto es digno de tenerse en cuenta y es tema de investigación y de discusión de obispos, teólogos y pastoralistas.

En cuanto a un celibato opcional de los actuales sacerdotes ordenados, conviene considerar lo siguiente: Nuestro compromiso con la Iglesia fue desde el seminario para un sacerdocio celibatario. Es un compromiso. Conservar la palabra empeñada es un valor notorio en los negocios, en el deporte, en la política. ¿No lo ha de ser en la Iglesia?

La Iglesia como institución no nos puso una trampa. Allá cuando teníamos veinticuatro o veinticinco años, consignamos por escrito que éramos libres para aceptar el celibato y que sabíamos a que nos estabamos comprometiendo. Podría decirse entonces que nuestro celibato fue opcional. Optamos porque nadie nos obligaba a hacernos sacerdotes.