EEUU y la mayoría silenciosa

Autor: Padre Guillermo Juan Morado

 

 

Las recientes elecciones presidenciales en los EEUU han puesto de manifiesto, según explican varios analistas, el peso electoral de lo que se denomina la “mayoría silenciosa” de América: el voto de muchos ciudadanos que no comulgan con lo que los grandes medios señalan como “políticamente correcto”, y que han optado por un candidato en lugar de por otro en razón de la defensa de bienes y valores fundamentales como el respeto a la vida, la defensa del matrimonio entre un hombre y una mujer, el apoyo a la familia, etc. Los ciudadanos de la mayoría silenciosa no salen en los periódicos, no crean opinión, no parecen influir en la vida pública; no obstante, han elegido al Presidente de los EEUU.

La analogía entre América y España es limitada. Pero estoy convencido de que, también en nuestro país, existe una “mayoría silenciosa”. Pese a lo que digan de vez en cuando algunas estadísticas, muchos ciudadanos españoles, la gran mayoría de ellos, la gente normal que vive y trabaja en el anonimato, no comulga con las ruedas de molino con las que el “progresismo” oficial pretende hacernos comulgar. Hay mucha gente, pero mucha, que no está a favor de los supuestos “matrimonios” gays; ni del asesinato impune de niños, previo pago al matarife, en los muchos abortorios del país; ni de cargarse a los tetrapléjicos, diga lo que diga Amenábar; ni de eliminar embriones humanos en ara de no sé sabe bien que progresos médicos; ni del divorcio express; ni del laicismo a marchas forzadas; ni de tantas otras cosas... Hay mucha gente, pero mucha, que cree que los políticos están para servir al bien común, y no para imponer totalitariamente una visión única sobre todo lo divino y lo humano.

Hace falta que en España esta “mayoría silenciosa” tome conciencia de su influencia en las urnas; es preciso que se percate de que son legión los que discrepan del pensamiento único, elaborado por quienes administran el poder y la confusión. Guardándome otras reservas, no tengo inconveniente en alabar, por esta razón al menos, la valentía de este pueblo a la hora de ejercer el disenso. Por esto, aunque sólo fuera por esto, ¡Dios salve a América!