11-V

Autor: Padre Guillermo Juan Morado

 

 

El pasado día seis de Enero, en la Catedral de Colonia, el cardenal Meisner 
pronunciaba unas palabras que han causado un enorme impacto en Alemania: "Es 
significativo. Allí donde el ser humano no se deja relativizar y poner límites, siempre actúa contra la vida: primero Herodes, que hizo matar a los niños de Belén, después con Hitler y Stalin, que hicieron aniquilar a millones de personas, y hoy, en nuestros días, se mata a millones de niños no nacidos". Esta audaz denuncia, no comprendida por todos en su auténtica intención, puede servir como despertador para la somnolencia de una sociedad que se resigna, al parecer indiferentemente, al recurso bárbaro de la eliminación de seres humanos mediante el aborto.

Las palabras audaces se pueden conjugar con iniciativas sencillas, pero 
significativas, que ayuden a todos a tomar conciencia de la necesidad de 
respetar, siempre, la vida de los seres humanos inocentes. Una de estas iniciativas se llama “11-V” y ha partido de la Plataforma Ciudadana “Hazte 
Oír”. ¿En qué consiste el “11-V”? Pues consiste en acudir, los días 11 de 
cada mes, a la clínica abortista más cercana, portando una vela, para concentrarse durante una hora, en silencio, con las velas encendidas, recordando la enorme multitud de niños que, cada día, son inmolados en esos lugares de exterminio. 11-V es una “Velada por la Vida”, un estar despiertos y vigilantes iluminando la noche con pequeñas candelas que son, a la vez, un 
recuerdo y una petición de justicia.

La iniciativa ha comenzado modesta pero decididamente. El pasado 11 de 
Noviembre se encendían velitas en Albacete, Almería, Guadalajara, León, 
Madrid, San Sebastián, Valencia y Zaragoza. Y el 11 de Diciembre se 
incorporaban a esa cadena de luces Barcelona, Cádiz, Ciudad Real, Jerez 
de la Frontera, Palma de Mallorca, Las Palmas de Gran Canaria, Murcia, 
Valladolid y Vigo.

El 11 de Enero, de 21.30 a 22.30, las velas volverán a alumbrar. En 
silencio. En la noche. Ayer Herodes, y Hitler y Stalin. Hoy, nuestro 
egoísmo cómplice.