Terri Schiavo: ¿Ensañamiento o eutanasia?

Autor: Padre Guillermo Juan Morado

 

 

El caso de Terri Schiavo se mueve en los confines entre “ensañamiento terapéutico” y “eutanasia”. Juan Pablo II ha clarificado ambas realidades en la encíclica “Evangelium vitae”: El “ensañamiento terapéutico” es el recurso a intervenciones médicas desproporcionadas y gravosas, para el paciente y para la familia, destinadas a prolongar la vida; la “eutanasia” es “una acción o una omisión que por su naturaleza y en la intención causa la muerte, con el fin de eliminar cualquier dolor”.

¿Alimentar con una sonda a Terri Schiavo es un ejemplo de ensañamiento terapéutico? La respuesta no parece que pueda ser afirmativa. Es verdad que “cuando la muerte se prevé inminente e inevitable, se puede en conciencia renunciar a unos tratamientos que procurarían únicamente una prolongación precaria y penosa de la existencia” (Juan Pablo II). Pero esta renuncia a tratamientos extraordinarios no puede llevar consigo la interrupción de las curas normales debidas al enfermo en casos similares. La alimentación no es, en principio, una intervención médica inadecuada, desproporcionada o demasiado gravosa, sino que entra dentro de los cuidados normales que hay que dispensar a un enfermo.

¿Retirar la sonda de alimentación a Terri Schiavo sería aplicarle la eutanasia directa? Todo parece indicar que sí. Retirar la sonda sería realizar una acción – o ser responsables de una omisión - que causaría directamente la muerte de la enferma, por hambre y sed. “En estas condiciones – ha explicado el Presidente de la Pontificia Academia para la Vida- quitar la sonda de alimentación puede ser considerado como eutanasia directa». “En este caso, la sonda gástrica de alimentación no puede considerarse como un medio extraordinario y ni siquiera como un medio terapéutico. Forma parte de la manera en que puede alimentarse la señora Schiavo” e “impedir el agua y la alimentación a una persona es una manera de matarla”.

¿Ensañamiento o eutanasia? Pues ni lo uno ni lo otro. La respuesta a la situación que vive Terri Schiavo no puede ser otra que la atención y el cuidado, sin prolongar indebidamente su vida, pero sin provocar directamente su muerte dejándola morir de hambre.