Redimensionar las muestras de afecto...
Autora: Graciela De Filippis

 




¿Quien no se siente mejor al sentir el abrazo de un ser querido? ... o una palabra de ternura...o un café humeante al llegar a casa desde la calle fría...

¡Y cuánto más los precisamos cuando atravesamos por situaciones difíciles! 

Posiblemente, la mayoría de nosotros, de alguna manera, hemos recibido y seguimos recibiendo mimos a los largo de nuestra vida. Y a veces no los valoramos en toda su magnitud. Entonces, sería bueno pensar en esos chicos de la calle, que en su mayoría ni siquiera reciben , no ya mimos, sino una palabra.. Esos chicos africanos criados sin mimos, sin cariño y casi sin alimentos para sobrevivir...y tantos otros ejemplos tan tristes. 

Nosotros que tenemos la suerte de vivir en hogares con gente que nos quiere, debemos redimensionar esas importantísimas muestras de afecto, que son los mimos. Debemos darle el inmenso valor que intrínsecamente poseen... Aunque, posiblemente, su verdadera dimensión se apreciará ante su carencia.

No esperemos a padecer de la falta de mimos y de otras muestras de afecto para realmente valorarlos...Disfrutemos plenamente de éstos, los que a diario nos prodigan los seres que nos aman. Y disfrutémoslos...intensamente.