Como frascos vacíos vinimos al mundo...

Autor: Graciela De Filippis




Como frascos vacíos vinimos al mundo y lentamente cada persona con la que
estuvimos en contacto puso en el recipiente semillas, algunas buenas y fuertes otras débiles y malas, otras que pasaron desapercibidas.


Intentamos crecer con esas semillas y en la mezcla muchas de las malas
quedaron en nuestro jardín. Creímos que todas eran buenas, que aquello que
depositaron en nosotros era lo mejor pero al pasar los años nos dimos cuenta
que este nuestro presente está minado de actitudes, gestos, expresiones,
verdades a medias, formas y demás que no nos ayudaron al contrario por apegarnos a ellas creyendo que eran buenas hemos sufrido, nos hemos lastimado, nos han dejado de lado...


Es tiempo de mirar nuestro interior y observar en detalle qué semillas germinaron y nos ayudaron a crecer y cuáles no.


Tomemos aquellas plantas que como cardos afean nuestro jardín interior y
logremos sin temor sacarlas y no volver a cultivarlas.


Solo dejemos las que contribuyen a que seamos mejores personas cada día.


El poder está en uno mismo y es uno el creador de su propio destino.


Un cielo o un infierno... Depende de ti.