Añoranzas...

Autor: Graciela De Filippis




"Añoranzas... que llegan siempre en noches tan vacias, confunden y son casi
una agonía... " Así dice un tema musical y qué real es esto. Añorar algo que
ya no tenemos nos hace caminar por esos corredores oscuros del alma que
nunca imaginamos visitar.

Anhelar aquello que ya no tenemos aumenta el dolor, produce un desasosiego
interior, un dolor en el pecho, algo así como angustia...

Todos en algún momento de nuestras vidas sentimos añoranzas.
¡Qué difícil es afrontar ese momento en que estando solos la mente comienza
a pasarnos esas películas!... Se asemeja a cuando pasan los años y nos
sentamos a mirar esas fotos de familia, y vemos los rostros llenos de
juventud de nuestros seres queridos, y en cada foto tambien se reproduce un
pedacito de nuestra historia y en esa historia quizás ya muchos de quienes
nos acompañaban no están a nuestro lado en el presente. Cerramos el 
albúm y siempre nos queda la sensación de haber compartido un instante 
nuevamente con ellos pero cuánto daríamos por repetir los momentos felices, por 
revivir a aquellos que amamos y que ya no están, por recuperar a ese ser que 
nos hizo vibrar y que nos enamoró y que decidió seguir su vida por otro
camino...

La añoranza se hace presente y pesa, duele, lastima muchas veces y hasta
puede hacernos llorar... Es una sensación intensa que intimamente nos dice:
Ven... Vuelve...Rescatame... No sé qué hacer con mi vida!.

Es como caminar y alejarse de un sitio querido y bello y saber que cada paso
que damos nos aleja más y más y que al girar la cabeza y mirar atras aquello
tan enorme, tan mágico, tan único, tan extraordinario pasa a ser un punto
diminuto perdido en el horizonte.

Dejemos que la añoranza nos visite, pero cuando sintamos que esa película nos entristece demasiado, que nos apreta la garganta, y nos hace sentir ahogados, apaguemos el reproductor y miremos hacia adelante, porque tenemos un gran regalo en nuestras manos:
Se llama Presente y clama por nosotros al vernos perdiendo estos preciosos
minutos parados en esa estación de nuestra vida que es el pasado.