Acompáñame en el viaje

Autor: Gloria Leticia Sánchez García

Señor, he recibido una invitación para visitar tu Casa Grande.

Esta invitación me llegó de sorpresa y aun no sé si vino por tu conducto o si me la haces Tú mismo, de cualquier manera yo quiero invitarte a mi viaje; quiero que vayas conmigo.

Quiero que ocupes un lugar junto al mío en el avión, ya sabes que me da un poco de temor el volar. Quiero que tengas un lugarcito muy especial en mi habitación en el hotel y que me inspires sueños tranquilos. Quiero que camines conmigo por las calles, que serán tan nuevas para mí. Quiero que me señales justo las cosas y los lugares que Tú quieras que vea. Quiero que todo el tiempo inspires mi mente para atesorar todo ese mundo de experiencias que tendré y poderlas compartir con todos los demás. Quiero que te sientes con nosotros a la mesa y bendigas nuestros alimentos. Quiero que me llenes de sencillez y bondad para que nunca me sienta privilegiada o distinguida por este regalo tan grande que ahora me das.

No sólo será un viaje largo, que nunca he tenido. No sólo saldré de mi país, el que nunca he dejado, sino que iré ahí, justo ahí donde tu has querido instaurar la cuna de tu Iglesia, tu Casa Grande; y por si esto fuera poco, será en el Año Jubilar, júbilo!, alegría!, gozo!, aquí en mi corazón... y que deberá permanecer por siempre, para dar testimonio y compartirlo con todos mis hermanos.

Puedes estar seguro que mi alma ya ha sido convertida, que mi vida deberá registrar un buen cambio, que como el Jubileo lo pide, intentaré perdonar cualquier incidente que me haya molestado de los demás; miraré a todos con mayor amor y tendré misericordia de tus predilectos, los más necesitados. Te seguiré pidiendo tener más, para dar más.  

Si a caso me permites ver al Papa, tendré una emoción tan grande, que me hará sentir como si te viera a Ti mismo, pero nada me quitará jamás, la alegría de saber que Tú viajarás a mi lado.

¡Señor!, ¡bendito Padre nuestro!, gracias, muchas gracias por verme favorecida de tal forma. Bendice a estos hermanos míos que han hecho posible este viaje y acuérdate de los que no lo han podido realizar.

 **********

Lo anterior lo escribí antes de realizar mi viaje a Roma, ahora que regreso deduzco que Tú mi Señor, no ibas conmigo en el viaje, Tú ya estabas ahí... ¡¡¡Bendito seas!!!