Carta a los cristianos

¡Quédate con nosotros, Señor! (Lc 24, 13-35)

Autor: Padre Gerardo Moreno

 

 

Porque a veces se nos hace cuesta arriba el camino, la vida se torna un poco dura y la esperanza parece desaparecer y necesitamos de tu fuerza, de tu amor y de tu presencia salvadora.

Quédate con nosotros y come en nuestra mesa, comparte tu fe y tu ilusión, Señor. Danos de tu pan que es tu propia vida y transforma la nuestra para que cada día seamos otros Cristos en nuestras comunidades. Cristos que sepamos levantar al prójimo que cae, animar a quien ya no quiere seguir adelante, corregir a quien se equivoca y no juzgar a los demás pensando que somos mejores que ellos.

Quédate con nosotros y sostén nuestra vida, familia, proyectos, trabajos, padres e hijos, comunidades, vecinos y país.

Sin ti nada podemos, Señor, por eso te pedimos que te quedes con nosotros cuando la incertidumbre diga presente, la enfermedad nos visite y la tristeza esté en punto y seguido.

Al igual que San Juan De La Cruz , a veces tenemos una noche oscura, pero Tú, Señor Jesús, surge como luz, como el poeta que le pone música a nuestra vida, como el Sol que nace de lo alto y que no conoce ocaso.

Los discípulos que iban camino a la comunidad de Emaús, sentían en su corazón que todo había terminado, que la vida, le fe, la esperanza y la libertad habían muerto en la cruz. Regresaban cabizbajo y con la certeza de una sola cosa: Todo ha terminado. Pero justamente ahí, Señor, ahí donde la fe tambalea, la vida es golpeada, la libertad censurada, la dignidad del ser humano pisoteada, tus discípulos perseguidos y el amor maltrecho surges como la esperanza sin fin, como la vida en abundancia y como el Señor de señores.

Parte nuevamente el pan, tu vida, Señor Jesús, para que te reconozcamos en vivo y directo, para que palpemos tu presencia entre nosotros y sintamos arder nuestro corazón cuando nos hablas del proyecto de salvación de Papá Dios, tu Padre y nuestro Padre.

“Quédate con nosotros, ya está cayendo la tarde y se termina el día.”