José Antonio Souto Miguez

Autor: Astor Brime   email: gegarcas@hotmail.com

 

 

                       Hermano en el sacerdocio

De tanto acompasar al cementerio
adioses en dolor de feligreses,
has mirado a la muerte tantas veces,
que casi para ti ya no es misterio.

Y al vestir de liturgia el presbiterio,
resurrección en paz de Dios floreces
con el cirio hecho Cristo. Son tus preces
esperanzas brotadas de un salterio.

Pepe Souto, “Manín” para más señas,
que a la serenidad caíste en suerte:
Con tu fe y tus principios nos enseñas

cómo hay que ir a Dios. Basta con verte
fiel en santificar cosas pequeñas,
y en que no hay que tener miedo a la muerte.