Los nuevos inventos de la política moderna

Autor:  Borja Dolz

Fuente: Gama

 

 

Fue un ciudadano romano del siglo I d.C. quien describió su visión del mundo diciendo textualmente que en ella no habría “esclavo ni libre, ni hombre ni mujer, ni gentil ni judío”. Así exponía la igualdad y dignidad de todo ser humano, que está por encima de su condición social, su sexo o su raza. Este ciudadano romano nunca habló de género como diferencia específica análoga al concepto de hombre. Nunca se lo planteó porque no sabía qué significaba el término “género”.

Hoy parece que muchos políticos sí saben qué significa. Lo saben porque han sido ellos quienes lo han inventado. Pero lo realmente emocionante no es sólo que lo han inventado, sino que, además, intentan imponerlo a los ciudadanos mas estos no se pueden callar ante esa dictadura de lo políticamente correcto.

En las últimas semanas, en España, la organización independiente “Profesionales para la ética” ha lanzado un documento en el que analiza el contenido del controvertido curso de "Educación para la Ciudadanía " y concluye que éste debe ser rechazado por los padres de familia y los ciudadanos en general.

Uno de los argumentos que propone para este rechazo -ellos sí dan argumentos y sólo los proponen- es que dicha asignatura impone la ideología de género. No es la primera vez que el actual gobierno se muestra proclive a ésta. Es ya habitual que aparezcan noticias enunciadas en sintonía con ella. Así, el que una mujer sea agredida por un hombre ha dado origen a otro de los modernísimos inventos conceptuales denominado “Violencia de género”. Este nuevo término -carente de lógica pero muy novedoso, por cierto- excluye a los niños, a los ancianos, a los hombres o a las mujeres que sufran violencia no masculina sino femenina. Quizá muchos de los alumnos que hoy reciban esta asignatura tendrán hijos en un futuro; lo que sí es seguro es que hoy tiene padres y tienen abuelos, y seguramente no les gustaría que en el colegio les enseñaran a despreciarlos. En ocasiones parece que quienes propugnan estas leyes no gozan de las mismas condiciones enunciadas acerca de los alumnos.

Lo cierto es que la situación del mundo en general, y de España en particular, no está para perder el tiempo y las energías a favor de un feminismo resabiado y que cada día se va enviciando más con cada titular de periódico que ostenta los nuevos inventos de políticas de turno.

No se equivocó aquel ciudadano romano. Quienes aún no sepan a quién se refiere no tienen porqué preocuparse. Seguramente se lo explicarán en la próxima clase de Religión Católica.