Gracias Señor, por el coche
Autor: Padre Francisco Baena Calvo
Gracias, Señor, por el coche que nos hace sentir que las distancias no son motivo para no conocer las maravillas de la naturaleza y la grandeza de los mejores hijos de ayer que dejaron plasmados su ingenio y su arte en Iglesias, museos, palacios, plazas y calles.
Gracias, Dios mío, por el coche, invento del hombre para el hombre, que a pesar de la contaminación y el ruido nos hace comprender que sin él la vida nuestra sería impensable.
Gracias, Señor, por las carreteras, arterias vivas por donde caminamos, a veces sin sorprendernos de las grandezas de la creación, pero que ellas nos ponen en contacto con otras culturas, con otros pueblos y nos hacen sentir que las distancias en el espacio no son impedimentos para saborear la vida.