La droga mata

Autor: Padre Francisco Baena Calvo                    

                                          

                

Antes de besarla aquel lobo

su cuerpo era una estatua clásica

con unos ojos de océano

y una sonrisa de ensueño.

 

Se hizo adicta por pasión

y drogadicta por un beso;

ahora ya no canta por amor

ni vive para soñar despierta.

 

Antes de amarla la cocaína

sus manos eran la expresión de fuego

con unos estudios a golpe de brillo

y una juventud con ideales de esfuerzo.

 

Se hizo amiga de la dependencia

y la amó lentamente, por momentos;

ahora ya no tiene sangre roja

sino muerte blanca de desprecio.

 

Antes de pincharse la droga

su vida era un volcán de amistades

con un nombre de siempre

y una familia de ensueño.