Yo soy el camino, la verdad y la vida
Autor: Padre Francisco Baena Calvo
Y dijo el profeta: “Esta noche es la más perfecta de las noches, la más auténtica manifestación de los secretos.
Hasta este momento los hombres han ocultado sus sueños en la desesperanza y en el engaño, creando dioses a su medida que juegan a castigar a los humanos, mudando sus figuras y acercándose a la tierra con múltiples artilugios.
Pero helo ahí que vino Él sin grandes sobresaltos, silenciosamente, casi sin dar ruído, en un lugar recóndito y lejano, apenas relevante en la historia diseñada por los poderosos y grandes de la tierra. Apenas la historia oficial tuvo noticia de aquel acontecimiento ni se anunció con trompetas y grandes felicitaciones.
La noche se apoderó del corazón de los hombres y se hizo extremadamente oscura durante millones de años, pero helo ahí que vino Él sin caballos blancos ni carros de fuego, deslumbrando a los vecinos, sino con sencillez y cercanía.
Hasta ahora los dioses eran bellos, perfectos, lejanos, juguetones, pero helo ahí que vino Él y se ancló en nuestra historia, cargada de bendición y maldición, pecado y gracia, torturas y tolerancias,... Y suspiró hondamente,
miró profundamente y gritó con vehemencia: “Yo soy el Camino, la Verdad
y la Vida”.