"¿Qué sabéis de la llama que quema y no consume;

   qué sabéis de mi Dios, del Dios que llevo dentro?"

   (E. DE. CHAMPOURCIN)

¡Marchaos, marchaos, comediantes de ferias,

payasos del tiovivo, ilusionistas de engaños,

y dejadme con mis sueños, con mis ilusiones,

con mis sorpresas, con mis heridas abiertas!

 

¿Qué sabéis vosotros de lo que está más allá,

más allá de las palabras y de los espacios,

más allá de mis células y mis pensamientos,

más allá de las esperas y las huidas,

más allá de los senderos y los huecos?

 

¡Marchaos, marchaos, destructores de combates,

forjadores de la sombra, sabios de los golpes,

y dejadme con mis causas, con mis ideales,

con mis cruces, con mis oraciones íntimas!

 

¿Qué sabéis vosotros de lo que está más hondo,

más hondo de los equipajes y de las muletas,

más hondo de mi mismo y mis sospechas,

más hondo de los miedos y los secretos,

más hondo de los cuentos y los mitos?

 

¡Marchaos, marchaos, amantes de vacío,

constructores del caos, ignorantes de conferencias,

y dejadme con mis rebeldías, con mis encuentros,

con mis amores, con mis búsquedas!