Vergüenzas intimas

Autor: Padre Francisco Baena Calvo

 

¡Qué pena de la avaricia,

cegadora de los senderos,

que por momentos ahogan lo bueno

en la senda de lo vivo¡

 

¡Qué lástima de la envidia,

pulmón de los humanos,

que por segundos hilvanan el odio

en las escaleras del tiempo¡

 

¡Qué fastidio de la ira,

portadora de los desencantos,

que atraen penas íntimas

en las huellas del sentimiento¡

 

¡Qué desgarro del egoísmo,

cofre de intimidades,

que cabalga sin desfallecer

en los laberintos del yo!