Un proverbio anamita.

Autor: Padre Francisco Baena Calvo

 

Un viejo proverbio anamita dice que “mientras un hombre no tiene la cabeza cortada, nada está completamente perdido”. Nuestro refranero lo dice de una manera más directa y sencilla, pero no menos contundente y fuerte: “Mientras hay vida, hay esperanza”.

¡Cuántos hombres y mujeres han salido de situaciones que les parecían imposibles y que a fuerza de tensón y esfuerzo han comprendido que nada del todo estaba perdido!

¡Cuántos hombres y mujeres han descubierto que la vida es un asombro y que construir la existencia es lo difícil pero lo realmente apasionamente y valioso!

 

En este día, por favor, te pediría una sola cosa: Cree que a pesar de las dificultades más ciertas y agobiantes hay una esperanza para tí y que Dios se acurruca en tu corazón en el mismo momento que los arpegios de la noche oscura rompen a llorar.

 

Y recuerda que “mientras un hombre no tiene la cabeza cortada, nada está completamente perdido”.