Un millón de excusas

Autor: Padre Francisco Baena Calvo

 

Cuando no queremos complicarnos y comprometernos en la vida valen todas las excusas posibles para quedarnos instalados en nuestra comodidad y nuestra pasividad. De nada sirven las llamadas de atención de los mejores hijos e hijas de una generación que nos alertan de lo negativo que es para el mundo nuestra insolidaridad y nuestra injusticia.

 

¡Cuántas excusas nos creamos para sumergirnos en nuestros miedos y para justificarnos criticamos despiadadamente a los que hacen algo por los demás!

 

¡Cuántas veces nuestras excusas lo único que hacen son paralizarnos en nuestra seguridad y evitan que nuestra existencia se complique y se busque a sí misma sin más meta que su propio ombligo y el bienestar de su familia!

¡Cuántas veces las miles de excusas que nos creamos lo único que nos protegen son de sellar los sentimientos con la compasión y nos lanzan al egoísmo más ciego!