Una oración en la trinchera

Autor: Padre Francisco Baena Calvo

 

 

En la mochila de un soldado americano, muerto en África, se encontró esta oración: “Mira, Señor, yo nunca hablé contigo. Me dijeron que no existías... Pero esta noche, cuando estaba en la trinchera, una bala iluminó la oscuridad y vi tu cielo. Sólo entonces caí en la cuenta de que me habían engañado, al mirar con atención todo lo que Tú has hecho. Oh, Dios, ¿Y si me dieras un apretón de manos? ¿Cómo es posible que haya venido a parar a este infierno sin nunca haberte encontrado?

Yo te amo; quiero que lo sepas. Sabes, Señor, la batalla va a ser tremenda. ¿Y quién sabe si yo mismo no iré a llamar a tu puerta? A pesar de que aquí no hemos sido amigos, espero que Tú mismo me abras. Y, pensando en esto, me echo a llorar: ¡Oh, cómo querría haberte conocido antes! Ahora que te conozco ya no tengo miedo a la muerte.