Una oración especial

Autor: Padre Francisco Baena Calvo

 

 

Señor, en esta mañana, quiero poner mis labios y mi corazón en tu presencia poderosa. Danos hombres y mujeres que sepan soñar despiertos en este tiempo tan pragmático en sus raíces y en sus apariencias.

Danos, Señor de los mil nombres, Dios de nuestros padres, hombres y mujeres que dejen en el armario de su dormitorio los garfios del miedo, que paralizan casi sin darnos cuenta la llama de nuestra libertad, y ponnos alas de perfección en los pies.

Danos, Señor de las promesas, hombres y mujeres buenos que sepan lo que es amar a Dios y a sus criaturas. Hombres y mujeres grandes que tengan fuego en el corazón y lágrimas en sus adentros.