Tus hijos son libres

Autor: Padre Francisco Baena Calvo

 

Una madre creyente que siempre deseó y luchó con todas sus fuerzas para educar a sus hijos en la fe cristiana y en la confianza en Dios estaba exhausta y deprimida. Todos sus anhelos y trabajos parecían haber caído en vacío y en saco roto. Sus hijos caminaban por la senda del agnosticismo, la indiferencia, el ateísmo e, incluso, algunos de ellos habían sido abrazados por la droga y otros vivían desorientados en su propio pasotismo y nihilismo.

 

Todo por lo que había luchado parecía que se le venía abajo y desconfiaba de Dios. Preguntaba con todas sus fuerzas: “¿Por qué, Dios mío? me tenías que haber ayudado y no dejar que mis hijos se separaran de Ti, con lo que he trabajado para que esto no ocurriera y todo ha sido en vano”

 

  Pero alguien que quería bastante a esta madre le sugirió al oído: “Tus hijos son libres y en esa libertad encontrarán a Dios. No te preocupes aunque ahora los veas tan desorientados”.