Sufrimientos humanos

Autor: Padre Francisco Baena Calvo 

 

 

                       "¿Por qué sufro? Esta es la roca del ateísmo" 
                       (GEORG BÜCHNER) 


Cuando el sufrimiento acaricia los cuerpos, 
aquellos cuerpos que conocemos a nuestro lado 
y palpitan con sus nombres en el atardecer de nuestras ventanas, 
entonces viene el gemido al alma 
como la brisa en la montaña. 

Y aparece la herida de modo veloz 
en la oración que brota de nuestro centro, 
mezclada de queja e impotencia, 
quejosa al tiempo de rebeldía. 

Cuando el dolor sale a la plaza, 
aquella plaza que nosotros recorremos 
y dejamos en el aire el saludo a los rostros conocidos, 
entonces viene la duda a la pena 
como la espina a la rosa. 

Y viene la sospecha de pronto 
en la habitación que deshacemos en el sueño, 
entrelazado de olvidos y deseos, 
cosido de inmediato con temblores.