Solidaridad

Autor: Padre Francisco Baena Calvo

 

"No basta curar la peste, hay que saber llorarla. 
¡Sí, hay que saber llorar!" 
(MIGUEL DE UNAMUNO) 



¡Nació sin tierra, sin casa ni pan! 

Si pensáis estadistas del mundo, 
hipócritas de las bolsas, herederos del derroche, 
hijos de la serpiente, satisfechos de vuestro propio ombligo, 
que el hombre es fruto del azar, 
entonces no abriréis la fuente de las lágrimas, 
interior en el más profundo centro; 
no veréis el corazón roto de los niños esqueléticos, 
niños pegados a unos grandes ojos de espanto, 
sombras heridas en el recodo de los caminos, 
divididos sin metas definidas y sin cortejos. 


¡Nació sin tierra, sin casa ni pan! 
Si aspiráis a ser humanos, simplemente humanos, 
jóvenes de lo superfluo, productos de publicidad, 
hechuras del olvido histórico sin pausas, 
forjadores del vacío existencial sin compromisos, 
poned en vuestros zurrones una queja abierta, 
viva por dentro y palpitante por fuera; 
llevad un mendrugo de pan en vuestras manos, 
compartiendo migajas con los desheredados del tiempo. 


¡Nació sin tierra, sin casa ni pan! 

Si queréis romper los muros agrietados milenarios, 
rebeldes de combate, heridos del tiempo, 
conspiradores de las sombras, ilusionistas de utopías, 
sellad con vuestra sangre un mundo nuevo, 
hecho a golpes de sueños, a golpes de quejas: 
humedeced el egoísmo de lágrimas cercanas y lejanas, 
ataviadas de lucha por los huecos de la historia. 


¡Nació sin tierras, sin casa ni pan!