"¡Ay
del que llega sediento
a
ver el agua correr, y dice: la sed que siento
no
me da la calma el beber!"
(ANTONIO
MACHADO)
Si
esta sed que siento
en
lo más profundo de mi mismo
pudiera
ser satisfecha con agua,
iría
al pozo más lejano,
cabalgando
con la luna sin descanso,
y
traería una vasija llena,
llena
hasta arriba, llena hasta el colmo;
pero,
bien se yo que esta sed permanente,
aunque
parece saciarse por momentos,
es
eterna, es consustancial con mi equipaje.
Si
esta sed que siento
en
el más profundo centro
pudiera
ser satisfecha con apegos,
iría
a la tienda más lejana,
acompañado
con el viejo sin detenerme,
y
traería una carroza llena,
llena
hasta arriba, llena hasta el colmo;
pero
bien se yo que esta sed permanente,
aunque
parece saciarse al instante,
es
eterna, es consustancial con mis adentros.